Resulta que en una ocasión se disponía Dios a enviar un Angelito a la Tierra en forma de Niño, cosa que se supone que es lo que siempre sucede cuando aquí en la tierra nace un Bebe.
-Me dicen que me enviarás a la tierra.-Le mencionó el Angelito-
-No te preocupes. Siempre estará junto a tí un Ángel para cuidarte.-
-Aquí en el Cielo soy muy Feliz y siempre estoy sonriendo y cantando.-
-Tu Ángel te sonreirá cada día, te cantará y tú sentirás su amor.-
-Y cómo entenderé el extraño idioma de los Humanos, ¿Cómo les hablaré?-
-No te preocupes.-Le consoló Dios-Tu Ángel te pronunciará las palabras más dulces y más tiernas posibles, y con mucho cariño y mucho amor te enseñará a hablar.-
-Y ¿Como hablaré contigo? ¿Cómo me comunicaré contigo?-
-Tu Ángel te juntará las manitas, te enseñará a orar y hablarás conmigo.-
-He oído que en la tierra hay hombres muy malos. ¿Quién me defenderá? ¿Que me pasará?-
-Tu Ángel te defenderá de todo lo que te pueda pasar. Ella dará su vida por ti.-
-Estaré siempre triste, Señor. Ya nunca podré verte.-
-Tu Ángel te hablará siempre de mi, y te enseñará el camino para que regreses a mi presencia, aunque yo estaré siempre a tu lado.-
En ese momento reinaba una gran paz en el cielo pero ya se oían voces terrestres, y el Angelito presuroso repetía con lágrimas en sus ojitos sollozando..
-¡Dios mío, Dios mío! ¡Si ya me voy, dime su nombre! ¿Cómo se llama mi Ángel!
A lo que Dios le contestó: -Su nombre no Importa. Tú le llamarás Mamá-
Siempre se mencionan éstos sencillos escritos cuando está cerca el día de la Mamá, el 10 de Mayo. Pero ustedes recordarán que en esos días también se menciona ésta otra frase: "El día de la Madre deben ser todos los días". Así que haciendo caso a ésta es que estoy escribiendo éste relato como un pequeñísimo homenaje a todas las Madres del Mundo.
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